Se encuentra en peligro de extinción, debido al
calentamiento global, que afecta a su ecosistema, una vez que al derretirse
antes las zonas en las que caza (hasta 3 semanas antes que hace unas décadas),
no consiguen almacenar suficiente grasa corporal para pasar adecuadamente el verano,
lo que hace que las hembras sean menos fértiles.
Hay que tener en cuenta que, desde el parto, la hembra pasa
meses sin comer y dando de mamar a la cría, lo que justifica la falta de
fertilidad si no ha logrado almacenar la grasa necesaria.
Y como estos animales se aparean entre abril y mayo, pero
los óvulos no se fertilizan hasta septiembre (implantación diferida), se dan
muchos casos de hembras apareadas pero no fertilizadas después, habiendo
alcanzado en pocas décadas una disminución de la tasa de natalidad del un 15%.
Este oso, rey del ártico, es un carnívoro que caza y se
alimenta de todo tipo de animales en su entorno, excepto zorros y lobos, y en
ocasiones ha llegado a atacar animales domésticos en poblados.
Aunque raramente ha atacado al hombre (y esos casos
corresponden casi todos a animales heridos previamente por el hombre mismo),
hasta hace unos años su caza masiva, incluso desde barcos y helicópteros, hizo
descender tanto su número que pasó a especie en peligro de extinción, por lo
que se prohibió su caza
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